Una escuela de Siberia, en Rusia, llevó a sus niños de campamento de verano. Éstos iban en una caravana de 9 buses y el oficial Aleksandr Kosolapov escoltaba a los casi 300 niños que iban con todas las ganas de pasarlo bien. El paseo se realizaba con total normalidad, pero de pronto Aleksandr vio a un coche que se cambiaba peligrosamente de pista sin ninguna explicación. Y no sólo eso, el conductor también aumentaba la velocidad, haciendo que esto se convirtiera en algo muy riesgoso para la seguridad de los niños.
Kosolapov se puso a la defensiva y al ver que el coche iba directo a colisionar con los buses, no tuvo otra alternativa que impactar voluntariamente contra él, sacándolo de las vías y manteniendo a los niños a salvo. Hay que recalcar que el policía no dudó en ningún segundo de su maniobra, lo lo convierte en un verdadero héroe que puso la seguridad de los niños antes que la suya propia.
Ninguno de los escolares sufrió heridas, ellos pudieron regresar a sus casas sanos y salvos. Sin embargo, Aleksandr quedó en estado grave y tuvo que ser ingresado de urgencia al hospital. Afortunadamente él ahora se encuentra consciente y en una condición estable. Las cinco personas que iban a bordo del otro coche quedaron con lesiones menores y ahora el conductor del coche enfrenta una acusación legal por irresponsabilidad al conducir.