En nuestro círculo de amigos seguramente todos tenemos o hemos tenido un padre muy joven que a sus 18 o 20 años ya era responsable de la educación de un nuevo ser. El ser padre a temprana edad puede tener sus ventajas pero también puede presentar ciertos problemas.
LAS VENTAJAS
Sin duda los padres jóvenes tienen mucha más energía para dedicarse a sus hijos y esto les permitirá compartir muchas más actividades con ellos, como la práctica de deportes y, porque no, hasta las fiestas. Otra ventaja de ser padre joven es que, cuando tu hijo ya sea adulto, todavía estarás relativamente joven y podrás dedicarte a muchas actividades con toda libertad.
LAS DESVENTAJAS
Sin embargo el ser padre demasiado joven puede llevarte a tener que dejar alguna carrera y tener que buscar trabajo cuando todavía no lo tenías planeado. Esto podría llevarte al largo plazo a una situación de frustración no recomendable. Por otra parte, al ser muy joven puedes no tener la madurez suficiente para ser padre y cometer algunos errores en la educación de tus hijos que no tendrán remedio en el futuro.
Como siempre lo mejor es evaluar que es lo que mejor te conviene según tu situación personal en el momento dado. La reflexión y la toma de las mejores decisiones te permitirán vivir de la mejor manera la experiencia de ser padre.