Jessica Graney, una joven estudiante de la Universidad de Nottingham (Inglaterra) ha tenido que pasar una semana sin cerrar los ojos para acabar con el parásito que anido en su cavidad ocular.
Greaney, de solo 18 años, entro en contacto con este extraño parásito llamado 'acanthamoeba keratitis', después de que una gota de agua del grifo cayera en sus lentillas. Al principio la joven pensó que la infección se debía a una pequeña úlcera en el ojo, ya que tenía el ojo inflamado y el parpado lo tenía caído, fue al médico pero no le dieron mucha importancia y al pasar los días el ojo se iba hinchando más.
Greaney tuvo que someterse a un tratamiento intensivo, en donde los médicos se dieron cuenta que tenía el parásito en su ojo, Greaney indica que Tenía que echarse colirio cada diez minutos. "El parásito se estaba comiendo mi córnea desde el interior", manifiesta.
Aunque Greaney consiguió curarse, pasó una semana muy difícil, ya que asegura que:"Era una tortura. Pasé una semana sin dormir", relata. Esta clase de parásito es muy peligroso. Provoca problemas de visión e incluso la muerte ya que desde el ojo devora la cavidad ocular y luego llega hasta la espina dorsal.